Un tipo peculiar,
Otro resquicio por donde mirar,
Los acertijos nunca fueron lo suyo,
Pero nadie como él, es tan excepcional.
Lanzando las verdades a la cara,
Escupiendo su descaro por doquier,
Sinvergüenza o caradura,
Son adjetivos que le sientan bien.
Sin embargo tiene una debilidad,
Cada vez que toma dos copas de más,
Encapricharse por cosas imposibles,
Suele ser una decisión fatal.
Sabrosos labios para morder,
Ojos que le hacen enloquecer,
Su hobby preferido siempre fue,
Perder las noches en el motel.
Una vez me dijo al oído,
Que sólo tiene un corazón para perder,
Por eso esconde sus sentimientos,
Amordazando su amor como a un rehén.