Probablemente improbable, posiblemente imposible,
Reina de mis primaveras florece en este invierno gris,
Entrégame tu energía y viveza, para poder sobrevivir.
Lógicamente ilógico, irremediablemente remediable,
Sopla un diente de león, esparce por el aire la esperanza,
Casi ha salido el sol, tu reflejo se proyecta al alba.
Orquídeas y peonias en el sendero, rosas y zarzas en flor,
Robles con líquenes en el tronco, de fondo un ruiseñor,
Recuerdo de tus ojos verde hierbabuena, tu encanto en su
olor.
Infinitamente finito, inimaginablemente imaginable,
El rocío se despereza del letargo crepuscular,
Tu mirada ve calmada los potros al trotar.
Mortalmente inmortal, indeseablemente deseable,
Hay demasiada realidad en el día a día,
Me mudo contigo al mundo de la eterna alegría.