Gesto cobarde

Después de un buen parón, tampoco es mala manera de volver a empezar con esto...

Pegando un tiro al aire,

Nada es como me lo vendías antes,

Camaleones vestidos de camuflaje,

Cazando a oscuras, insospechable.

No encuentro el hueco, para colocarte,

Sigo tanteando el jaque mate,

Hierbabuena, orégano, chocolate,

Me adorno con un buen remate.

Un  adultero cargado de maquillaje,

Sacando cuentas, errando al margen,

Carreteras iluminadas, sorpresas distantes,

Apunta bien y dale, dale y dale.

Mendigos con pajarita, con traje,

Nudillos al raso en los guantes,

Dame la mano, echemos un baile,

Lo tuyo no es magia, es puro arte.

Me encojo si pienso que te tuve al alcance,

Suspiro bien hondo, miro a otra parte,

Te piras, me alejo sin abandonarte,

Te marchas, te olvido en un gesto cobarde.

Isla desierta

En realidad no sé muy bien que me llevaría a una isla desierta... supongo que una bengala o algo parecido de cierta utilidad, que me ayudara a escapar de allí en el menor tiempo posible...

A una isla desierta me llevaría tu olvido,

Para que recapacitara lo que me hizo sentir,

En una isla desierta me enclaustraría contigo,

Hasta que creciera un verde y frondoso jardín.

En una isla desierta encallaría el submarino amarillo,

Para que los Beatles tocaran un concierto sin fin,

En esa isla desierta, dibujaría un río,

Dónde limpiarme las heridas, que hace tiempo recibí.

Se te lleva la marea,

Hasta el horizonte,

Ya no pasas con asiduidad por mis ideas,

Y esto es peor que una terapia de choque.

A una isla desierta me llevaría un abrigo,

Que me protegiera del frío, al pensar en ti,

En esa isla desierta, construiría mil y un castillos,

De arena, de pensamientos, de historias por escribir.

Observo cómo te vas lentamente, con la marea,

Te pierdo de vista en el horizonte,             

Desapareces donde surgen las estrellas,

Y cae la noche y cae la noche.

Condenado

 Los grilletes y las cadenas de la soledad a veces aprietan más de lo normal...

Condenado y sin juicio,

No encuentro el sitio,

Me sorprendo a mí mismo,

Al recordar momentos vividos.

A veces encuentro respuestas,

Pero no las comunico,

A veces se alargan las siestas,

De mis manos en tus bolsillos.

Y es que no sé por dónde me da el aire,

Todo lo que hago, lo hago en balde,

Cambio forzado de planes,

Por aquí ya no me extraña nadie.

Mendigando un poco de vicio,

Me pierdo en mi propio ritmo,

Cada vez que lo pienso me rio,

No me rindo y persisto.

A veces encuentro respuestas,

Pero no las comunico,

A veces me oculto en las cuevas,

Que crean tus silencios ilógicos.

Y es que no sé por dónde me da el aire,

Siempre ha habido clases,

Los lo siento y los te quiero,

Ya no me salen.

Dámelo

Otro poema que llevaba mucho tiempo en mente, en proceso de creación...que la idea estaba clara, más la intención, pero por x o por y ha costado sacar y rascar todos los versos...

Las historias tienen derecho a vivir,

Incluso las que tienen final abierto,

Tranquila, hoy no me volverás a pillar,

Otra vez en fuera de juego.

Quisiera sentir tus heridas, ser tu suero,

Quisiera ser el roto de tus vaqueros,

Quisiera quererte tanto  como a la primavera,

Quisiera ser tu cobijo, pero no puedo.

Sólo dame, dame, dámelo,

Mañana ya veremos que hacemos,

Si nos vamos de fiesta,

O nos vestimos de negro.

Las cosas tiran para adelante,

Cuando menos me lo espero,

Y por  mucho que lo intente,

Siempre encuentras los peros.

Quisiera ver las orillas del océano entero,

Quisiera ser la marioneta que maneja tus dedos,

Quisiera quererte tanto como a la primavera,

Quisiera estar en tu escondite, pero no quepo.

Tan sólo dame, dámelo,

Esa cosita que  tanto quiero,

Dame que te salen bien baratos,

Regálame uno de tus besos.

119

 Momentos difíciles, de incertidumbre, dudas rondando por la cabeza...

La hora ha llegado,

Sigo esperando en la 119,

Sigo aguantando,

Mientras afuera llueve, llueve.

El momento ha acabado,

El minutero se ha cansado,

De perder su propio tiempo,

De ver el futuro congelado.

Las manos me tiemblan,

Cada vez que lo escucho,

Cada vez que se cuela,

Cada vez que tiembla el muro.

Me lo digo una última vez,

La hora ha llegado,

Por fuera parezco invencible,

Por dentro estoy acojonado.

La hora ha llegado,

Sigo esperando en la 119,

Lo sigo manejando,

Mientras afuera llueve, llueve.

Lágrimas suicidas

Deslizándose muy despacio por la mejilla, llegan hasta la comisura, para saltar al vacio infinito...

Penúltimo esbozo, de mis cicatrices,

Me agarro  con decoro, a las raíces,

Las hojas del otoño, se vuelven grises,

La verdad es que ya no tengo, nada que decirte.

Las sonrisas se quedan apagadas, en el quince,

The bad things happens, and I’m the winner,

No quiero insistir ni repetirme,

Pero mi película nunca hizo taquilla, en el cine.

Lágrimas suicidas en caída libre,

Volando veloz, ajustando el calibre,

Ya no sabes cómo sentirte,

Por aquí todo sigue muy frío y triste.

Otra noche que lo fácil, es volver a lo humilde,

Como premio el orgullo y también el Chrysler,

No entiendo porque no paro,

De intentar superar  lo invencible.

Ya son miles, miles,

Los minutos que han pasado,

Ya son miles, miles,

Los minutos en que no te he olvidado.

Lágrimas suicidas en caída libre,

Volando veloz, ajustando el calibre,

Ya no sabes porque sufriste,

Y por aquí todo sigue frío y triste.