Las aspas del molino,
Me sacan de mi distracción,
Me estaba acordando de cómo,
Desapareciste llevándote la ilusión.
Nos liábamos en el cine a escondidas,
Vivíamos en la despreocupación,
Soñábamos con viajes eternos,
Pero nada me hacía pensar en lo peor.
Me dijo, ahora vuelvo,
Y nunca regresó,
No supe nada más de ella,
Si me quería, nunca me lo confesó.
Nos dormíamos abrazados en el columpio,
Dejábamos los sentimientos guardados en un rincón,
Solíamos perdernos por los parques,
Convertimos nuestras vidas en el caos de la confusión.
Me soltó un hasta luego,
Y jamás volvió,
Se perdió como una lágrima en la lluvia,
De la tormenta del verano del noventa y dos.
