Mi chica

Y como ella no hay ninguna ...

Mi chica, mi chica, mi chica, mi chica,

Es pura dinamita

Mi chica, mi chica, mi chica, mi chica,

Me abraza besa y mima,

Mi chica, mi chica, mi chica, mi chica,

Disfruta con mis rimas,

Mi chica, mi chica, mi chica, mi chica,

Se rie cuando me mira

Y como ella no hay ninguna,

Si me roza me acerca la luna,

Pobre del que quiera robármela,

Pobre del que quiera alejarme de su cintura

Mi chica, mi chica, mi chica, mi chica,

Es pura adrenalina

Mi chica, mi chica, mi chica, mi chica,

Con su cariño me encandila

Mi chica, mi chica, mi chica, mi chica,

Echo una furia me tranquiliza

Mi chica, mi chica, mi chica, mi chica,

Sin saberlo me da la vida.

Y como ella no hay ninguna,

Si me roza me acerca la luna,

Pobre del que quiera robármela,

Pobre del que quiera alejarme de su cintura.

Les verás caer

Menos mal que al final del día lo bueno compensa lo malo... 

Con la izquierda para no ensuciarse,
Con la derecha para mantenerse al margen,
Antes de que cuente hasta tres,
Verás las estrellas caer.

Con astucia, elegancia y mucho arte,
Con mentiras verdaderas muy sangrantes,
Ven a consolarte ven,
Muy lejos queda el humo del tren.

Romperá el cielo como los caballos al galope,
Tentará al dinero robando intimidad a los amores,
Verás caer, verás caer, verás caer,
Les verás caer, en el último desdén.

Con correa, botas y binoculares,
Conteniendo las ganas de llorar a mares,
Nos queda mucho por ver,
Faltan sentimientos por nacer.

Con malicia retorcida y repugnante,
Con intenciones evocadoras al desastre,
Sólo podemos echar a correr,
Alejarnos cuanto antes y no retroceder.

Romperá el cielo como los caballos al galope,
Tentará al dinero robando intimidad a los amores,
Verás caer, verás caer, verás caer,
Les verás caer, en el último vaivén.

Atentado romántico

Cuando las historias del ajeno son muy reales y las haces tuyas...

Temblar de sólo pensarlo,

Dudar en cómo soltarlo sin vacilación,

Quemar con sólo mirarnos,                         

Herirnos a puñaladas de indecisión.

Ojalá no hubiera pasado,

Lo recuerdo demasiado, otra repetición,

Cumpleaños sin regalos,

Bailes abandonados, mañana ya no es hoy.

Batalla sin rendición,

Intercambio de vinilos,

Quedamos en decírnoslo,

Fue un atentado romántico.

Saberlo de antemano,

Sin remedio para frenarlo, sin salvación,

Cavilar hasta saturarlo,

Encontrar que todo es en vano, maldición.

Batalla sin ganador,

Intercambio de cumplidos,

Quedamos en decírnoslo,

Fue un atentado romántico.

Faro rojo

Y ahí estabas... entre la multitud... sobresaliendo con tu color rojo intenso...

Te observé en la lejanía,

Destacabas como un faro rojo,

Pensaba que ya lo sabrías,

Que lo intento pero sólo un poco.

En la playa algunos huían,

La arena se rompía a trozos,

La marea y las olas traían,

Los recuerdos de aquel otoño.

Dime qué puedo hacer,

Dímelo antes de ayer,

Dime qué quieres  saber,

Dímelo sólo por placer.

Te encontré algo abstraída,

Recorriendo tus pensamientos,

¿Cómo era aquella sintonía?

La verdad es que ya no me acuerdo.

La brisa enfrío tus mejillas,

Esas que me dejan tan loco,

Ojos verdes te decían,

Formando un coral en tus ojos.

Dime qué vamos a hacer,

Dímelo tan sólo otra vez,

Dime qué  sientes mujer,

No queda nada que perder.

Me la pela

Pues eso, que me la pelan muchas cosas... 

Me sangra la nariz, abierta la ceja,

Y  tu sonrisa asesina en paz no me deja,

No me elegiste a mí, menuda sorpresa,

Y a pesar de todo esto a mí me la pela.

Va mal la wifi, esto no se conecta,

Otro día perdido sin mail ni respuestas,

Corrupción sin fin, extremos que se pegan,

No debería pero al final también me la pela.

Afuera aguas mil, vaya día de mierda,

Y aún sigo pensando  si aparecerás por la puerta,                        

Se me van agotando los pocos remordimientos de conciencia,

Y esta vez sí que si, a mí me la pela. 

No me dijiste si, tampoco que me fuera,

La ruleta sigue girando y tú no apuestas,

Me cansé de fingir y de que lo escupieras,

Hoy por hoy te lo digo, me la pela. 

Me sangra la nariz, abierta la ceja,

Y  tu sonrisa asesina en paz no me deja,

No me elegiste a mí, menuda sorpresa,

Y a pesar de todo esto a mí me la pela.

Luchadores retados

Otro poema rescatado del cajón de los olvidos ... diciembre de 2011...

Contando desgracias del pasado,

Riéndome en la cara del enamorado,

Termino esta rima a deshora,

Como  el humo que sale de la locomotora.

Cojo el volante de mi destino,

Giro a la izquierda sin compromiso,

Salgo de la cuenta despedido,

Recorriendo el aire suspendido.

Momentos creados de improviso,

Aureolas de ángeles caídos,

Que no hace tiempo fueron sustituidos,

Por demonios prostituidos.

Somnolencias que traen presagios,

De sabios eruditos, de antepasados,

Historiales de asesinos en serie,

De luchadores retados.

No quiero seguir escribiendo,

Pero mi camino me está siguiendo,

A un lugar desconocido,

A un paradero comprometido.

Entre tú y ella

Bajo del bus... corriendo hasta los porches porque empieza a chispear... te espero apoyado en la pared con la pierna doblada ... para "variar" llegas tarde... vuelven a reaparecer dudas por mi cabeza... y se esfuman... y tú apareces. 

Estoy a mitad camino entre tú y ella,

Sinceramente, no sé quién ganará la pelea,

No puedo lanzar más lejos la botella,

Ni huir de esta tormenta que no se aleja.

Voy notando de reojo tu mirada que atropella,

Sintiéndome nervioso como una comadreja,

Contando la noche, quemando las estrellas,

Levantando la duda que sigue bajo sospecha.

Hagámoslo amor con la ventanilla abierta,

Fundámonos juntos en una corriente alterna,

Bajémonos suavemente una a una las cremalleras,

Tentémonos hasta que uno de los dos lo sienta.

Caminamos lentamente por las aceras,

Deseoso de que por una vez me veas,

Pidiéndole al cielo un poquito de clemencia,

Rogándole cómplice, para que no nos llueva.

Estoy a mitad camino entre tú y ella,

Sinceramente, no sé quién ganará la pelea,

No puedo seguir más tiempo esta estela,

Que se bifurca sin señales ni contraseñas.

Capicúa

Ir en el coche conduciendo tranquilamente... y asombrarte por el mero echo de ver una matrícula capicúa... aquellas pequeñas cosas...

Son las  23:32, capicúa, hora de dormir,

Mañana lo hablamos mejor, que nos conocemos,

Amaneceremos a las tantas y sin presumir,

Moriremos por ser tontos, idiotas y muy lelos.

A las 12:21, capicúa, vamos a fingir,

Que  el cielo se torna de otro color blue,

Llamaremos al chino porque pasamos de ir hasta allí,

Y al abrir la galleta de la suerte estarás tú.

Entonces, 17:42, no es capicúa, hay que resumir,

Que esto se desmadra mucho por momentos,

Lo nuestro tuvo un comienzo que no tendrá fin,

Lo nuestro es tan asquerósamente perfecto.

Muy tarde, 3:03, capicúa, me acuerdo otra vez de ti,

Lo intento pero no consigo pillar el sueño,

Vendrás desde lejos para alegrarme my dreams,

Se reflejarán en mí todos nuestros recuerdos.

Para las 11:12, casi capicúa, hay que invertir,

El tiempo dedicado a encajar estos versos,

Lo nuestro tuvo un comienzo que no tendrá fin,

Lo nuestro es tan maravillosamente  imperfecto.