martes, 14 de abril de 2015

Hombres buenos

Prisas que llegan tarde, consecuencias sin recompensa, lamentos injustificados... idiotas con malas maneras...

Quedan pocos hombres buenos,
Y cuesta encontrarlos,
Yo no soy uno de ellos,
Ni me pongo a intentarlo.

No voy presumiendo ni mucho menos,
De ser buen candidato,
Directo, sincero, no te miento,
A mi no me harán santo.

Quedan muchos momentos traicioneros,
En este mundo cada día más inhumano,
Me escabullo y huyo en cuanto puedo,
Hasta que veo el horizonte despejado.

Dudo y tiendo al bajo cero,
En ocasiones no me trago,
Que vuelvas, vengas y te busques otro enredo,
Me trae sin cuidado.

Quedan pocos hombres buenos,
Y cuesta encontrarlos,
Yo no estoy entre ellos,
Pero tampoco soy de los malos

lunes, 6 de abril de 2015

Desayunar

 Cuesta salir de la cama... si... bastante, más si tienes que madrugar o te espera un día largo por delante... pero es lo que toca, dormido aún baja las escaleras sin matarte y pon a calentar un vaso de leche en el micro sin desparramar mucha leche...

Correr sin parar o coger aliento y comenzar a andar,
Organizar y mandar o mirar al cielo sin escuchar,
Esforzarse y estudiar de verdad o perrear y catear,
Quedarse tirado en el sofá o salir de fiesta hasta desvariar.

Cortinilla de incienso sobrenatural,
Contemplar, observar y hacerlo funcionar,
Forzarlo hasta quemar o dejarlo estar,
Cabalgar por encima del gran mar.

Y al terminar de desayunar allí estarás,
De pie en frente de mí una vez más,
Dime tú qué es lo que harás…
Qué harás tan cerca del delirio ocasional.

Masticar y tragar o lamer y saborear,
Disfrutar y jugar o pararse a reflexionar,
Tocar y pasar o centrar y rematar.
Dudas por encima de la ética y la moral.

Bombillas con un brillo celestial,
Terminar o no lo que un día has de empezar,
Ganando fuerza y perdiendo velocidad,
Incertidumbres sin principio ni final.

Y al terminar de desayunar allí estarás,
De pie en frente de mí una  última vez más,
Dime tú qué es lo que harás…
Qué harás tan cerca del ocaso emocional.

miércoles, 1 de abril de 2015

Antes de que el móvil nos vuelva gilipollas

Escrito, al igual que muchos otros versos, gracias a llevar el móvil siempre a mano para apuntar cosas en el block de notas…

Un WhatsApp a las tres de la mañana,
Un emoticono sonriente y una sevillana,
Un gif de un perro surfeando sobre una tabla,
Una petición de amistad de gente muy rara.

Que le den, que paso, que esto es peor que una droga,
Me importa muy poquito si esto  está de moda,
Si quieres quedamos en ese bar de  copas,
Y arreglamos el mundo en un cuarto de hora.

No me vengas otra vez con que te sientes sola,
Parece que tus ojos se dedican a pelar cebollas,
Cambiarás de idea a cada punto y cada coma,
Antes de que el móvil nos vuelva gilipollas.

Un grupo petado de miles de chorradas,
Un mensaje de audio con voz distorsionada,
Una vibración continua que se hace pesada,
Una conversación con esa niña que te encanta.

Siempre lo pienso y al final nunca lo hago,
Dejar de lado este cacharro del diablo,
Romper con él o directamente destrozarlo,
Tirarlo por el retrete o por un acantilado.

No me vengas otra vez con que te sientes muy sola,
Parece que tus ojos pasan el día pelando cebollas,
Cambiarás de estado a cada punto y cada coma,
Antes de que el móvil… nos vuelva gilipollas.