Son las 23:32,
capicúa, hora de dormir,
Mañana lo hablamos mejor, que nos conocemos,
Amaneceremos a las tantas y sin presumir,
Moriremos por ser tontos, idiotas y muy lelos.
A las 12:21, capicúa, vamos a fingir,
Que el cielo se torna
de otro color blue,
Llamaremos al chino porque pasamos de ir hasta allí,
Y al abrir la galleta de la suerte estarás tú.
Entonces, 17:42, no es capicúa, hay que resumir,
Que esto se desmadra mucho por momentos,
Lo nuestro tuvo un comienzo que no tendrá fin,
Lo nuestro es tan asquerósamente perfecto.
Muy tarde, 3:03, capicúa, me acuerdo otra vez de ti,
Lo intento pero no consigo pillar el sueño,
Vendrás desde lejos para alegrarme my dreams,
Se reflejarán en mí todos nuestros recuerdos.
Para las 11:12, casi capicúa, hay que invertir,
El tiempo dedicado a encajar estos versos,
Lo nuestro tuvo un comienzo que no tendrá fin,
Lo nuestro es tan maravillosamente imperfecto.