Cuantas vueltas da la vida y cuantas vueltas le solemos dar a las cosas...
Sigue dando vueltas,
Sigue, no pares nunca,
En mi cabeza queda sitio,
Para que des rienda suelta.
Un par de golpes por la espalda,
Donde sientes con demasiada fuerza,
El filo cortante de las espadas,
No acompaña al que reza.
Me quemaré con las ascuas,
De tu gran hoguera,
Arderé en las brasas,
Del humo de las chimeneas.
Y tú, seguirás dando vueltas,
Despreocupada, desorientada,
Como una idea mal ajustada,
Como una tuerca mal engrasada.
Y yo, seguiré siendo el mismo idiota,
Que soporta una tras otra,
Amargando cada segundo,
Perdiendo las horas rotas.